miércoles, 24 de mayo de 2017

POR UNAS FIESTAS SIN DESPIDOS EN LYMA

READMISIÓN DE LOS 26 DESPEDIDOS 
¡YA!


Ahora que estamos en vísperas de las fiestas tradicionales sería importante que recordáramos una de las señas de identidad de Getafe: su origen y composición mayoritariamente trabajadores, profundamente solidaria y con diferentes procedencias de sus habitantes. Es un momento propicio para que todos reflexionemos sobre la situación que están viviendo los 26 trabajadores despedidos en LYMA y de sus familias. 

Las fiestas de Getafe son un espacio común que nos damos para disfrutar juntos, todos los vecinos y vecinas, donde de acuerdo con nuestro Ayuntamiento, se organizan toda una serie de actividades culturales, festivas y lúdicas que suelen tener una participación muy importante, tanto de los ciudadanos, como de muchas entidades vecinales, culturales, deportivas, políticas y sociales que hacen sus aportaciones y trabajan para ofrecer actividades concretas, casetas festivas o actos de todo tipo. De alguna manera, muchos de estos vecinos y muchas de éstas entidades, suelen hacer aparecer demandas, reivindicaciones, que se hacen compatibles con la enorme visibilidad y con el carácter festivo de estos días. 

De entre las muchas cuestiones que se están reivindicando ahora y trabajando en nuestra ciudad, creemos que es importante que se atienda, la readmisión de los trabajadores despedidos de la empresa municipal LYMA. La mejor manera de ser consecuentes con lo que decíamos antes, sería recordar a la Alcaldesa Sara Hernández y a los grupos municipales, que tienen una responsabilidad con ellos.

Ya se ha dicho, entre otros por la Sección Sindical de CCOO en el ámbito municipal, que estos despidos no se habían efectuado por la gerencia de LYMA y el Gobierno Municipal, atendiendo a un criterio básico y fundamental, como es el de la proporcionalidad, y que no se habían garantizado los derechos básicos de información y de posibilitar la defensa de estos trabajadores a sus representantes.

Sin embargo, están teniendo lugar los primeros juicios de los despedidos y los están perdiendo. Las reformas laborales facilitan y abaratan aún más los despidos a las patronales y los gobiernos. Ya se dijo que la solución no podía venir por la vía judicial, sino por el diálogo, por la lucha por conseguir una rectificación del Ayuntamiento y por la negociación con los sindicatos de una sanción proporcional al daño causado, todo esto, sobre la base de volver a incorporar a estos trabajadores a la plantilla; de la readmisión de los 26.

Es lamentable la increíble coincidencia que de facto se ha dado en los organismos que tenían la responsabilidad y algo que hacer y decir con este asunto, tanto a nivel municipal como a nivel sindical, con algunas excepciones: en general la Alcaldesa tiene bastante apoyo en este tema. Gobierno municipal y oposición, de hecho, están de acuerdo con los despidos. No estamos de acuerdo con la posición que ha tenido nuestro grupo en este tema. Ahora Getafe debería haber tenido una postura clara y rotunda desde el principio: ¡No a los 26 despidos! ¡Por la Readmisión!.

Claro, si a nivel institucional, a nivel político y también a nivel sindical, se da esta coincidencia, se facilita crear un aislamiento sobre los despedidos y que no se mueva la plantilla de una empresa, que de hacerlo, tendría mucha fuerza para oponerse a imposiciones como éstas. Que además, debería tener en cuenta y preocuparse del precedente que resulta que se despida así y que resulta clave porque desarrolla un servicio básico y fundamental en un municipio, como es la limpieza… y más ahora en fiestas.

Al parecer, con matices y otras consideraciones, se ha dado esa increíble coincidencia en aceptar los despidos. Sobre todo en responder al quid de la cuestión: sí son o no, correctos los despidos y por tanto en apoyar o no la demanda de readmisión de los 26. Porque ese es el tema. Los trabajadores están en la calle ¿se resuelve eso o no? ¿O se quiere utilizar el tema para hacer oposición y denunciar al gobierno por cualquier otra cosa relacionada, sin pronunciarse por la readmisión? Lógicamente, para que puedan tener una sanción proporcional a la infracción que les imputan, lo primero es que vuelvan a la plantilla…

Desde el principio, entre muchas personas, diferentes colectivos y personalidades relevantes de distinta procedencia, hemos conseguido romper ese cordón sanitario de aislamiento, que se quiso imponer, con una medida tan drástica y radical como los 26 despedidos de LYMA. Se constituyó un comité de apoyo a los despedidos, con una importante participación de sindicalistas y militantes de distintas entidades. Se han hecho varios actos, reuniones, entrevistas y se ha dirigido una petición al gobierno municipal y a los grupos municipales en el Ayuntamiento, para que apoyen la readmisión de los 26, pero, de momento, no ha tenido la respuesta esperada. También ha habido una oportuna coincidencia en la oposición a estos despidos. Nosotros estamos de acuerdo con la postura contra los despidos que han defendido en medios locales tanto José Valentín y Jesús Béjar, como también y en repetidas ocasiones, Gregorio Gordo y Pedro Castro.

Los trabajadores despedidos, con muchas dificultades, continúan reuniéndose, manifestándose el 1º de mayo, concentrándose en la plaza del Ayuntamiento, todo esto, en medio de ese aislamiento, que sólo parcialmente, se empezó a romper. A los 26 trabajadores se les acusa de haber utilizado facturas falsas, de gafas y otras cuestiones, para cobrar indebidamente una ayuda social a la que todos los trabajadores municipales tienen derecho. Cuando se habla de la falta de proporcionalidad, se quiere decir, que estos trabajadores, si han cometido un acto, que es un error o se pudiera considerar una falta, en primer lugar se debe abrir una investigación, probar los hechos y en función de eso, considerar cuál es la sanción adecuada y proporcional al daño cometido supuestamente. No nos parece que el despido sea la sanción más proporcional al supuesto hecho incorrecto del que se les acusa, por más que sea injustificable y rechazable. 

Creemos que desde el ámbito público se debe dar ejemplo, precisamente, de que los derechos laborales y sindicales existen, se respetan y que esto se puede hacer compatible con hacer cumplir a todos con sus obligaciones, sin utilizar métodos cuarteleros o represores y ofreciendo un servicio público de calidad para los vecinos. En nombre de la defensa del servicio municipal de carácter público, no debe tomarse desde el Ayuntamiento una acción ejemplarizante tan brutal como los 26 despidos, y hacer caer toda la responsabilidad y la mayor e irreparable medida disciplinaria, como son los despidos, sobre los lomos de los trabajadores más humildes. En primer lugar, porque antes se debería actuar así con los responsables políticos que cometen irregularidades, y porque en otros casos el Gobierno ha actuado con mucha más prudencia y sin llegar a consumar el despido. Y en segundo lugar, porque este brote sancionador parece más una postura populista, que busca un fácil rédito electoral, quedar bien y hacer parecer que se actúa contundentemente ante malos hábitos en la administración, como si fueran los culpables los trabajadores.

Pero el ejemplo no puede ser que si alguien comete una infracción – supuestamente -, que podría tener una sanción que va desde una amonestación o una sanción de un día de sueldo, hasta el despido, es a los trabajadores, a las escalas más humildes de un cuerpo municipal, a las que se les aplica la pena máxima, el despido. Y que además, y sobre todo en este caso, supone la muerte laboral para estos trabajadores, que difícilmente tendrán otras opciones, ya que supone una auténtica condena para sus familias. Es evidente que estos trabajadores ya no tendrán posibilidad de rectificar o de alcanzar una reinserción laboral.

No es un problema moral. No es lo mismo. Resulta abusón. Cuando conocemos las canalladas, las tropelías, y las consecuencias que tienen las malas decisiones de muchos gobernantes, de muchos dirigentes de grandes empresas, cuando conocemos los escándalos de corrupción del régimen monárquico, el robo sistemático de recursos públicos de la mayoría, en beneficio del capital financiero y de unos pocos, siempre haciéndonos pagar a los mismos, siempre en contra de los trabajadores y de la mayoría de la población… Que se pretenda aplicar la máxima sanción a los más débiles, que se tomen las medidas más duras contra los “roba gallinas”, es manifiestamente injusto. Lo es mientras, está por ver qué pasa con los casos locales que se están investigando, o con Bankia, o con las preferentes, o con las hipotecas, los desahucios, o con las privatizaciones, y está por ver qué les pasa a los responsables de todo esto, a todos los que lo hicieron y a los que miraban hacia otro lado y estaban allí en los consejos, y si se toman las medidas contundentes y reciben todos una sanción proporcional al daño que han causado a la sociedad…

Por tanto, queremos llamar la atención sobre esto y demandamos que el Gobierno Municipal, con la Alcaldesa a la cabeza, que seguro que recordará sus orígenes como abogada laboralista, debería reunirse con las secciones sindicales y las Uniones Comarcales de CCOO y UGT para dar solución a este tema, atender a la justa reivindicación de la readmisión de los 26 despedidos, ver la manera de aplicar una sanción proporcional al hecho cometido y acabar con este atropello, no sólo a éstos trabajadores sino al conjunto de los vecinos y trabajadores de Getafe. Porque necesitamos un servicio público que funcione y se gestione correctamente, atendiendo y conciliando los derechos con las obligaciones de los trabajadores que nos atienden. Y, qué mejor ocasión para solucionar este tema, antes de que se pudra, que dándole un empujón decisivo, coincidiendo con las fiestas de nuestra ciudad. Apelando a ese carácter reivindicativo y solidario, que tienen mayoritariamente, los vecinos de Getafe, y para que se vea fielmente reflejado en una decisión consecuente y justa de su Ayuntamiento: la readmisión de los 26. Por eso reclamos unas fiestas sin despedidos en LYMA.

Javier Alcolea y Enrique Herrero
Militantes del POSI, afiliados de CCOO
 y Concejales por Ahora Getafe

viernes, 19 de mayo de 2017

SOBRE EL REGLAMENTO DE PARTICIPACIÓN

Tras el gatillazo de mayo hay, dicen, intención de llevar otra vez el Reglamento a debate y voto. ¿Por qué y para qué en las circunstancias actuales?

En las circunstancias actuales espejadas en el pleno anterior, así con minúsculas. Ocho horas y media de escritura de trazos gruesos con la única caligrafía – casi - de las propuestas de los colectivos (ILP de inclusión educativa, vivienda, pensiones, incineradoras…).

En las circunstancias actuales de un debate prendido y cualquier acuerdo reducido a cenizas.

En las circunstancias actuales de una AG que ha trabajado correctamente los puntos débiles de la propuesta de reglamento pero a la que le falta dar el paso de discutir las suyas con alguien más que los propios concejales y asumir que los demás actores también forman parte de la sociedad.

En las circunstancias actuales de una alcaldesa errática que esconde sus fallos acusando a Ahora Getafe de lo mismo y de lo contrario. Que nos ha convertido en un saco de boxeo que golpea a placer pero inconsciente de que dentro sólo hay una foto suya, un manuscrito con su propia rendición como política y por supuesto un agradecimiento infinito del PP, hábil y carroñero.

Hay quien dice que el escollo entre PSOE y AG en esto del reglamento es la presidencia de las asambleas de barrio; otros que si la Ley de Grandes Ciudades. Y otros que el punto cuarto del segundo artículo bis, parágrafo tris. ¡Qué va! Si fuera eso debería tener solución relativamente sencilla.

El escollo entre PSOE y AG no es técnico; ni siquiera político. Para mí que es puramente estratégico y se llama renuncia al diálogo y la negociación. En el Reglamento y en lo demás. Incluso en lo que estamos de acuerdo. No hablamos lo suficiente. Y por eso el Pleno dura ocho horas y media. Y por eso lo único interesante es lo que vienen a decirnos desde fuera.

Ya no se puede perder más el tiempo.