viernes, 30 de diciembre de 2016

¿VAMOS A EMPEZAR A TRABAJAR EN SERIO...?


Las recientes investigaciones policiales, emprendidas entre otras cosas por las denuncias  de Roberto Benítez, de El Bercial.com, sobre un posible caso de corrupción en el que estarían implicados el anterior alcalde del PP, Juan Soler, así como una buena parte de sus concejales, ha sido aprovechado por una parte de Ahora Getafe para iniciar una campaña para denunciar también al Partido Socialista. 

Esto obedece a que ese sector de AG que en su momento estuvo dispuesto a permitir que siguiese gobernando este mismo PP que ahora está siendo investigado, necesita continuamente inventar excusas para impedir que se establezcan espacios de trabajo conjunto con el gobierno en los cuales Ahora Getafe podría conseguir sacar adelante una gran parte de sus reivindicaciones. No se trata de negar la corrupción en el PSOE. Se trata de que cualquier excusa es buena para buscar la pelea y el enfrentamiento. Lo que está claro es que hay un sector de Ahora Getafe que no tiene el más mínimo interés en abrir cauces de negociación con el gobierno para sacar adelante propuestas beneficiosas para la ciudadanía, y se agarran a cualquier argumento. Mañana, a lo mejor, serán los GAL. Pasado, quién sabe, el apoyo del PSOE a la dictadura de Primo de Rivera. Qué lástima que no tomen el ejemplo de los compañeros de Ganar Alcorcón, quienes han antepuesto a sus diferencias la unidad con el PSOE e IUCM con el objetivo de echar al alcalde machista David Pérez. 

El hecho es que el equipo de gobierno tiene 8 concejales, y Ahora Getafe, 7. Es decir, ambos nos necesitamos. Por parte de AG, podría ser una oportunidad de oro para forzar una negociación tras otra, y en ellas arrancar para el pueblo de Getafe las conquistas que llevamos en nuestro programa, que para eso nos han votado. Sin embargo, lejos siquiera de intentarlo, observamos con decepción cómo la estrategia decidida por unos pocos (sin ningún debate de por medio) ha sido desde el principio negarse a sentarse con el gobierno (quien, por su parte, también hay que decirlo, no lo ha puesto nada fácil, y ha hecho muy pocos esfuerzos por la negociación). Desde luego, dos no negocian si uno no quiere, pero mucho menos si no quiere ninguno de los dos. Y mientras tanto, pasa el tiempo y esto tiene ya aspecto de convertirse en una legislatura perdida para el gobierno, pero sobre todo, para las propuestas ilusionantes con las que nació AG. Por parte de algunos en AG, ya resulta demasiado descarado el juego de echar balones fuera, de echar siempre las culpas a los otros y de forzar peleas inútiles en las redes sociales, como para que la gente no se esté empezando a dar cuenta del asunto. De hecho, el único intento serio por nuestra parte de llegar a pactos con el gobierno, las ordenanzas, se saldó con un acuerdo. Por desgracia, no se repitió con los presupuestos, ni tiene pinta de que se tenga la más mínima intención. Da la sensación de que el proceso de las ordenanzas no ha sido más que un paréntesis en la estrategia de denuncia y desgaste, y su único objetivo no ha parecido ser otro que paliar la pifia del rechazo a otras muy parecidas el año antes, y así poder devolver las ayudas en el IBI a los vecinos de Los Molinos y Buenavista.

Ha pasado más de un año y medio de las elecciones municipales, y algunos nos preguntamos: ¿qué se ha conseguido para el pueblo de Getafe con esta estrategia de la denuncia, el enfrentamiento continuo y la negativa a entablar cualquier tipo de negociación? ¿Hemos mejorado en algo la vida de la gente? Por otro lado, la evidente estrategia de desgastar al gobierno, ¿no va a acabar desgastando nuestra credibilidad ante quienes pusieron su confianza en nosotros? ¿No éramos algo diferente a la “vieja política” de los aparatos que anteponían sus intereses a los de la ciudadanía? 

Medidas como, por ejemplo, las remunicipalizaciones, sólo van a poder llevarse a cabo si negociamos con el gobierno, presionándolo mano a mano con los sindicatos en la mesa convocada al efecto. Que no nos lo van a poner fácil, está claro. ¿O acaso alguien era tan inocente para dudarlo? Y así será con todo lo demás. ¿O es que se sueña con que las medidas de nuestro programa electoral se van a sacar adelante con el PP? Lo que no puede ser de ninguna manera aceptable es que, tras haber conseguido echar atrás unos presupuestos que no se quisieron negociar con AG, y que el PSOE nos ofrezca el pasado 20 de diciembre negociar unos nuevos, con más de un mes de plazo por delante, cuatro concejales bloqueen, no ya solamente la aceptación de dicho ofrecimiento, sino además el hecho de que sea una asamblea quien tome tal decisión, amparándose en unas interpretaciones sumamente discutibles. La hermenéutica está muy bien para las ciencias sociales, pero no para la toma de unas decisiones que deberían ser colectivas.

Aceptemos que ante la situación en que nos hallamos sólo hay dos opciones: intentar de verdad, honestamente, sacar adelante el programa electoral que llevamos a las elecciones, para lo que harán falta la negociación y la búsqueda de los más amplios apoyos (de sindicatos, de asociaciones de vecinos, de comités de empresa…), o renunciar, como hasta ahora se ha hecho, a ello, y esconderse tras la denuncia, los enfrentamientos estériles y las subidas de tono. Es decir, el recurso al postureo. Ahora bien, el postureo tiene unos límites: puede funcionar ante los fieles, pero la mayoría de la gente se acaba dando cuenta del truco, y empieza a desilusionarse o a pedir cuentas. Tiene su riesgo también: puede resultar cómodo, y algunos se pueden sentir a gusto instalados en él. Total, la culpa es siempre de los demás. Sin embargo, el postureo no sirve para transformar la sociedad, que es para lo que fuimos votados. Sirve la unidad de acción en torno a propuestas concretas que podamos sacar adelante.

Recuperar AG

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